lunes, 21 de abril de 2008

Proyectar para el mundo real

En educación tecnológica, como un espacio curricular nuevo experimenta variados inconvenientes didácticos que provienen de su escaso tiempo de ejercicio y su escasa capacitación que se les dio a los docentes antes de su implementación. Por otro lado, las confusiones epistemológicas, ontológicas y etimológicas experimentadas por los sucesivos ministerios de educación provinciales y nacionales han logrado que corrientes de pensamiento conceptualmente inconmensurables se piensen como similares o idénticas. Los NAPs tienen errores conceptuales, sobretodo porque se piensa como sinónimos la escuela técnica, la educación tecnológica y la informática .
El objetivo de esta ponencia no es ahondar en esto último sino ingresar en un tema que sí nos atañe de la didáctica específica de la Ecuación Tecnológica: los Proyectos Tecnológicos.
Existen preceptos y preconceptos que hacen que nuestra práctica cotidiana esté, muchas veces alejada de nuestros alumnos que son, de hecho, el centro de nuestro quehacer.
Aquí y ahora vamos a intentar exponer, echar luz y desentramar algunas cuestiones acerca de los Proyectos Tecnológicos, un tema del que se habla mucho y del que se escriben recetas mágicas en revistas pseudos – pedagógicas que son adoptadas por múltiples docentes como preceptos.
Los proyectos tecnológicos son uno de los ejes más importante de la Educación Tecnológica y constituye nuestro mayor desafío a la hora de plantear los contenidos asociados a nuestra especialidad, por esto merece nuestra mayor atención y reflexión teórica.
Los proyectos tecnológicos constituyen el corazón de la asignatura por lo que creemos que debe ser reflexionado de modo central, por otro lado es de gran importancia esta reflexión ya que es transitado por todos los docentes y en consecuencia por sus alumnos.
El campo de acción de la educación tecnológica nos permite crear un espacio fecundo para que los alumnos puedan cambiar su mundo real, cercano y cotidiano. Espacio que la mayoría de veces es desaprovechado por proyectos descontextualizados de la realidad de los alumnos. Proyectos abordados, en muchos casos, desde la perspectiva de la repetición, la copia o la utilización de los alumnos para llevar adelante proyectos de los profesores como si fueran mano de obra barata.