martes, 1 de septiembre de 2009

Educación Tecnológica en la formación de los futuros docentes



Nunca se pensó y se produjo tanto como lo hacen la investigación y la cultura técnica contemporáneas. Sin embargo, en nuestro país, aún estamos discutiendo de qué manera incorporar tan voluptuosa creación a nuestros estudios. Se duda y se pregunta acerca de la necesidad en la formación básica de una realidad tan inherente al hombre mismo: “el propio mundo que él ha creado, recrea, influencia y lo determina”.

Sin duda, todo esto es una paradoja de nuestra cultura. En este momento, la educación tecnológica básica tiene su espacio poco definido y las dudas de su implementación son muchas. Sin embargo es aquí donde, sin duda, se juega verdaderamente la reforma educativa en su espíritu y en su realidad.

Si no somos capaces de conquistar la cultura tecnológica de base, si no la hacemos patrimonio de todos, ¿qué tipo de país y de ciudadano esperamos?, ¿qué clases de conocimientos les brindaremos para incorporarse a la vida?. ¿En homenaje al pasado, escamotearemos el siglo XXI?

Hasta ahora, hablar de educación tecnológica es hacer referencia a cosas diversas. En la EGB, por ejemplo, significa realizar trabajos manuales, anudar macramé o modelar plástilina. En la secundaria y superior consiste en un "vale todo”, en la formación profesional implica un conjunto de técnicas específicas, habilidosas y repetitivas. Sin duda, no existe en la formación básica otra asignatura en la que la actividad tecnológica se entienda como un hecho cultural integrado.

Un primer peligro consiste en considerar la educación tecnológica como una clase de trabajos manuales, más o menos sofisticados. Esto tiende a descalificar a la asignatura. La manipulación de materiales y herramientas son parte de ella, pero no su razón de ser. Un enfoque como éste hará que la educación tecnológica devenga en una disciplina en la que prevalece el hacer sobre el pensar.

La educación tecnológica no puede confundirse tampoco con la expresión artística, si bien contiene nociones de diseño, así como del buen uso de los materiales y de la elegancia de las formas. La estética es parte del objeto moderno, pero más que en esto, la asignatura que defendemos pone el énfasis en la comprensión del funcionamiento del mismo, en la conquista de su propia lógica interior y el encuentro con la mente de su inventor y desarrollador.

Finalmente, debemos recalcar que la educación tecnológica no debe reducirse a la informática y a las nuevas tecnologías, aunque éstas tengan en ella una presencia importante. Este es un peligro que deviene del impacto de la moda. ¿Acaso es posible enseñar en ciencias naturales sólo la "nueva biología"?.

Para hacerlo necesitamos todo esto:

  • Entender la necesidad política de la educación tecnológica, con un marco propio, cultural, específico y autónomo.
  • Proponer una sistemática del conocimiento.
  • Generar un marco de rigor compatible con la etapa evolutiva de los alumnos. (En educación tecnológica se vendrá a hacer y a pensar)
  • Diseñar esta asignatura como parte de la formación básica, pero tan seductora que permita potenciar vocaciones. Esto significa sumar a la escuela un ámbito para la sabiduría y la autonomía.


No se puede clausurar la escuela a la cultura de hoy.

Gabriel Ulloque


Basado en Artículo de Eduardo Averbuj

“Ed Tecnológica, si gracias”

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