miércoles, 10 de marzo de 2010

Educación Tecnológica cosa de Mujeres

¡Profe! ésto que hacemos en Educación Tecnológica es re-machista, siempre hablamos cosas que les interesan a los varones, y nosotras quedamos pintadas al oleo pastel"

(me dijo un día Micaela, alumna de 3º año... me hizo pensar)


Existen en la enseñanza de la tecnología muchos hechos discursivos que han ido haciendo que la misma vaya perdiendo una heterogeneidad y una riqueza única. Muchas veces con el discurso se logra reproducir las estructuras sociales, en términos de Bourdieu.

Muchas fueron las ideas que circularon, entre ellas:

- analizar discursivamente las canciones infantiles y cómo éstas transmiten errores conceptuales de ciencia y tecnología

- analizar en qué medida las maestras analizan los cuentos desde el punto de vista de las ciencias y la tecnología, para no transmitir y continuar reproduciendo errores conceptuales

- cuales son las concepciones de ciencia y tecnología en los chicos de escuelas urbano marginales.

- Análisis del discurso oral de los profesores y el problema de género

- Análisis del discurso en el recorte de los contenidos en programaciones, programas y planificaciones.

Los análisis sobre el lenguaje, el ordenamiento de los contenidos, la selección de los personajes históricos mencionados y las metáforas utilizados por la ciencia para la elaboración de sus discursos orales y escritos, muestran la posibilidad de detectar sesgos sexistas o androcéntricos. Tanto en los textos educativos como en las interacciones discursivas de los docente en las aulas, así como en áreas de la actividad científica que no se relacionan directamente con cuestiones de sexo o género ni con la escuela en particular se observan estas características. “La relación histórica entre los ideales culturales de masculinidad y las concepciones convencionales del conocimiento y la razón, así como la presencia de la ideología de género en ciencia a través del lenguaje y las metáforas, plantean interesantes cuestiones epistemológicas sobre el papel del sujeto cognoscente, y la objetividad y neutralidad de la investigación científica.” (González García y Pérez Sedeño: 2002).

Este fenómeno, bastante estudiado en investigaciones descriptivas respecto del discurso de la “buena ciencia”, nos abre el camino para poder indagar respecto del mismo en el área de la tecnología.

El espacio curricular “Educación Tecnológica” (en adelante ET) se presenta como un espacio proveniente de las “ingenierías” o hija directa de la Educación Técnica, área del conocimiento dominado principalmente por varones y con opciones didácticas con sesgos androgénicos. Muchas veces, en las aulas y en los cursos de capacitación se percibe la necesidad de entender a la materia desde otra perspectiva, sobretodo cuando los alumnos y alumnas (tanto docentes como adolescentes de la escuela secundaria) conforman una complejidad de género idéntico a la sociedad en la que habitamos.

¿Cómo influyen los valores culturales e ideológicos en la percepción de los componentes de un discurso en la ET?

¿En qué medida, los libros de texto construyen con sus discursos, una visión machista y androcéntrica de la ET?

Habermas (1968), en “Ciencia y técnica como ideología”[1] afirma que “La racionalidad del dominio se mide por el mantenimiento de un sistema que puede permitirse convertir en fundamento de su legitimación el incremento de las fuerzas productivas que comporta el progreso científico–técnico, si bien, por otra parte, el estado de las fuerzas productivas representa precisamente también el potencial, medidas en el cual, las renuncias y cargas impuestas a los individuos aparecen como cada vez más innecesarias e irracionales.”

En el pensamiento de Pierre Bourdieu, encontramos la idea de que el sistema escolar es un lugar donde se forman las personas, es decir, donde se crean las formas de pensar y de actuar, en estrecha relación con la familia. Además, es imposible estudiar los fenómenos sociales, sin tener como fuente de datos y observaciones a la institución masiva donde las personas se forman y donde, por otro lado, se crean y reproducen las diferencias sociales, las etiquetas y son legitimadas, ya que, en términos de Carlos Cullen (1996), “la escuela recorta contenidos validados socialmente[2]”.

Por otro lado, el sistema escolar es ese lugar donde, cada vez más, se reproducen las “estructuras sociales” (en términos de Bourdieu). Es decir, los grupos sociales, realizan todo tipo de actividades, recortes, acciones, en pos de que sus valores continúen de generación en generación. Lo que Bourdieu llama “estrategias de reproducción”.

En este orden de cosas, la escolarización y sus discursos son claves para comprender a las sociedades actuales, ya que su masividad o universalidad la hacen una institución reproductora de valores por excelencia.

“El carácter cada vez más instrumental asignado a la educación así como su paulatina pérdida de eficacia para fomentar el pensamiento crítico y reflexivo ha hecho que los educadores e investigadores se ocupen de aspectos más tecnocráticos, descuidando otros que bien pudieran coadyuvar al planteamiento de situaciones realmente complejas y de mayor nivel intelectual” (Giroux, 2004). El “currículum oculto[3]”, fenómeno estudiado desde hace años, proporciona un potencial de análisis de discurso único a la hora de encontrar preconceptos e ideologías. Proporciona, así mismo, elementos adecuados para observar y obtener datos acerca de la “reproducción” de situaciones didácticas que, en múltiples oportunidades, refuerzan y legitiman ideas que tienden a favorecer la hegemonía de una forma particular de ser social o cultural. En nuestro caso concreto revela la construcción de discursos machistas o androcéntricos en los textos escolares, lo que reproduce la hegemonía de los varones en el área científico – tecnológica, sufriendo las mujeres una diferencia de género que las coloca en un marco de marginalidad[4]. Múltiples publicaciones fundamentan el hecho de que esta desvalorización se ha hecho patente en diferentes ámbitos académicos y fundamentalmente en el científico. Generándose, directa o indirectamente, la concepción errada e inconcebible de que puede existir una diferencia de género en la construcción del conocimiento científico tecnológico.





[1] Habermas, Jürgen (1968) Ciencia y Técnica como ideología. Tecnos. Madrid. (versión en español 1986) Pg 56

[2] Cullen, Carlos. (1996).Crítica de las razones de educar. Ediciones Novedades Educativas, Buenos Aires

[3] “Currículum oculto” en términos de Santos Guerra, se define como “el conjunto de normas, costumbres, creencias, lenguajes y símbolos que se manifiestan en la estructura y el funcionamiento de una institución. Sin pretenderlo de manera reconocida, el currículum oculto constituye una fuente de aprendizajes para todas las personas que integran la organización. Los aprendizajes que se derivan del currículum oculto se realizan de manera osmótica, sin que se expliciten formalmente ni la intención ni el mecanismo o procedimiento cognitivo de apropiación de significados. Santos Guerra, Miguel Ángel (2001) “Enseñar o el oficio de aprender organización escolar y desarrollo profesional” Homo Sapiens Ediciones Buenos Aires

[4] Véase Casos de Albert Einstein - Mileva Maric y los esposos Curie.